Escribir acerca de la idea del “príncipe azul y la damisela en apuros, no es fácil, porque implica cuestionar uno de los más grandes anhelos con los que hemos crecido: la promesa de encontrar al “hombre o la mujer perfecta”, con quien inevitablemente te vas a fundir en un “amor verdadero” y van a ser “felices para siempre”. Es una idea que nos parece muy romántica y es difícil de resistir.
Sin embargo, escondido tras el romanticismo, hay mensajes ocultos que pueden hacer que ese amor que esperamos sea para toda la vida, no dure mucho tiempo o nos genere sufrimiento, como es el caso de las sensaciones celosas.
amor predestinado
Los cuentos de hadas han difundido uno de los grandes mitos del amor romántico: la idea del “amor predestinado”. Significa que hay una persona asignada para ti en el mundo, a quien no tienes que elegir, sino que llegará a tu vida y sentirás un amor que jamás habías sentido antes, se fundirán en un solo amor verdadero y a partir de ese momento la vida será maravillosa.
Creer en que tu destino ya está marcado por fuerzas ajenas a ti misma/o, te ubica en una posición de pasividad y vulnerabilidad, puesto que excluye la posibilidad de “elegir” a quien amar y te niega la oportunidad de “crear” tu vida, como la desees.
De acuerdo a la sabiduría popular, no tenemos control sobre el amor. Es visto como una emoción que se apodera de tu voluntad y te puede llevar a la gloria o hundirte en la miseria emocional. Solemos vivir el amor como algo que llega, te invade sin previo aviso, te emociona, te envuelve, te abruma, te da tres vueltas y sigue un camino sobre el que dejamos de actuar deliberadamente porque creemos que el desenlace no depende de nosotros. Es más, se suele creer que, si has encontrado ese amor predestinado, pase lo que pase, tienes que aguantar. ¿Que más vas a hacer si le amas? ¿Qué más vas a hacer si así te ha tocado?
Un único amor verdadero
Creer que hay solo una persona a quien puedas amar verdaderamente, trae consigo una serie de dudas muy angustiantes, porque evalúas a cada persona que se acerca a tu vida, desde la perspectiva de lo ideal y lo perfecto.
La combinación de estas dos ideas genera dudas razonables, todas ellas fruto de la sensación de que no importa que hagas, tu destino está escrito.
- ¿Quién será?
- ¿Cuándo llegará?
- ¿Cómo sabré quién es?
- ¿Cómo puedo saber que no me he equivocado de persona?
- ¿Por qué no llega mi amor verdadero? ¿Estoy haciendo algo mal? ¿Es un castigo? ¿No me lo merezco?
- ¿Cómo no vas a sentir celos si puedes perder a la única persona con la que puedes ser feliz.
fusion en un solo amor
El amor predestinado parte de la idea de que al encontrarse te fusionas con tu pareja, se hacen “uno”. Aunque la fusión no es literal, si implica una pérdida de independencia y una necesidad de complementariedad que hace que muchas personas se pierdan en los gustos y deseos de quien tenga una personalidad más dominante.
El fusionarte con tu pareja, te hace perder autonomía, independencia, libertad. Mientras más dependas afectivamente de otras personas, más miedo al abandono tendrás y más necesidad de control sentirás.
ás vas a hacer si así te ha tocado?
felices para siempre
El concepto de felicidad estático, como algo que se espera, se logra y se mantienen en el tiempo, no funciona para generar felicidad en la vida de las personas. No funciona porque se desmarca de la esencia de los seres humanos y de la vida en general: el movimiento, el cambio, el caos.
Creer en el amor predestinado te hace presa fácil de los celos por varios motivos:
- Al sentir que encuentras a la “única” persona que encaja perfectamente contigo, harás todo lo posible por consevarla. Por lo tanto, todo lo que ponga en riesgo esa relación lo verás como amenazante. El miedo y la amenaza de perder a tu “único amor verdadero” despertarán una oleada de celos justificados en la idea de: “somos el uno para el otro”, “tenemos que estar juntos”.
- Si están predestinados el uno para el otro, significa que se pertenecen. El “eres mia/o” enlaza directamente con la posesividad, la necesidad de control y los celos
nuestra postura
¿La felicidad en pareja es posible?
Categóricamente SI
¿Ser feliz en pareja es pensar igual, sentirse igual, comportarse igual y de esa manera no tener problemas, desacuerdos, peleas?
Categóricamente NO
¿Para ser feliz en pareja hay que fundirse el uno en el otro?
Categóricamente NO
¿Existe un único amor verdadero?
Categóricamente NO
Existen muchos amores que pueden ser verdaderos.
La felicidad en pareja se da al compartir la vida en su máxima expresión. Pasa por tener muy claro qué tipo de persona quiero tener a mi lado y elegir amar solo a aquellas personas que aportan a mi crecimiento y mi bienestar, sabiendo como apoyar y acompañar sin atar, como compartir sin obligar, como ceder sin perderse en los deseos de la pareja. Una de las ideas útiles para lograr mantener un amor sano y constructivo para toda la vida, es tener la certeza que cada persona tiene la capacidad de decidir a quien amar y a quien no amar.
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